¿Dolor de cervicales? Tienes que leer esto…
Cuando acudimos al médico con dolores de espalda y dolores en la zona cervical, muchas personas ya afectadas incluso con los incomodísimos vértigos, nos recomiendan calor seco, nos recetan antiinflamatorios y nos aconsejar una sesión de fisioterapia. Pero si seguimos con nuestros hábitos no tardarán en volver a aparecer las molestias cervicales.
Para prevenir que nuevamente sintamos estas dolorosas e incómodas molestias es necesario mejorar la flexibilidad de las articulaciones y potenciar la musculatura para fortalecerla y así prevenir nuevas lesiones. Muchos especialistas están ya recomendando la práctica regular de pilates para paliar y prevenir estas lesiones cervicales.
Un buen trabajo de Pilates es extremadamente eficaz para prevenir y aliviar molestias cervicales.
Cuando practicamos pilates y lo hacemos de forma correcta estamos fortaleciendo los músculos de la zona cervical y con el tiempo aprendemos a modificar nuestros hábitos posturales. Como consecuencia evitamos molestias cervicales y dolores de espalda.
Es muy importante en nuestras clases de pilates aprender a obtener la fuerza desde el centro del abdomen y no forzar nuestro cuello. Si sentimos cualquier molestia durante el ejercicio es muy importante consultar con el profesor especializado.
A la hora de empezar la clase debemos tomar conciencia activa de tres ejercicios muy importantes:
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El primero es que recordemos que la cabeza se tiene que mover en concordancia con el ejercicio sin forzar el cuello ni sentir que hacemos fuerza en las cervicales.
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El segundo es que realizamos una estabilización escapular, recordemos que todos los esfuerzos que realizamos con los hombros afectan directamente a nuestras cervicales. Para evitarlo debemos mantener durante toda la clase las cervicales relajadas y los hombros ligeramente atrasados.
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Y el tercero es muy importante que estiremos bien la columna para evitar pinzamientos en los discos intervertebrales, es decir, realizar una elongación axial